Memoria y coherencia: la respuesta del concejal Martínez al Ministro Brizuela

En estos tiempos de ajuste y cinismo, donde algunos funcionarios se suben al pedestal de la tecnocracia para olvidar su propia historia, el concejal de Río Turbio, Emilio Martínez, salió al cruce de las recientes declaraciones del Ministro de Gobierno de Santa Cruz, Nicolás Brizuela, con un mensaje que no se anda con eufemismos: “Ministro con memoria frágil…”.

Prensa23/05/2025InfoInfo
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Emilio Martínez

Brizuela, vecino de esta cuenca, exintendente interino de Río Turbio y hoy Ministro de Gobierno, respondió a los intendentes de Unión por la Patria que solicitaron coparticipar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) —4.500 millones de pesos recibidos por la provincia— con una frase que causó indignación: “La Provincia no está para sostener a los municipios mal gestionados”.

Frente a esa declaración, el concejal Martínez no dudó en recordarle al ministro que su paso por la gestión municipal durante el gobierno de Mauricio Macri fue sostenido, precisamente, por esos mismos ATN que hoy desestima. En aquella etapa oscura del país, mientras el gobierno nacional cerraba fábricas, despedía trabajadores y empujaba a miles al abismo social, el municipio de Río Turbio, bajo su mando interino, recibía mes a mes adelantos de coparticipación, asistencia provincial y ayuda extraordinaria. Porque el peronismo no abandona al que más lo necesita. Porque cuando hay que elegir entre la ortodoxia del Excel o el plato en la mesa, el movimiento nacional elige siempre a la gente.

“Como intendente, el sillón le quedó grande, pero la lapicera le sentó perfecto”, lanzó Martínez con dureza, recordando además que fue el pueblo trabajador quien le marcó la cancha al entonces jefe comunal durante el conflicto de YCRT. “Yo estuve ahí —dice—, con compañeros y compañeras con el telegrama de despido en la mano, las familias llorando. Fue un mensaje claro: ‘Mentiroso, no vuelvas más’”.

Y cumplió. No volvió más… al territorio. Pero sí supo reacomodarse, como buen funcionario de escritorio, en cargos designados a dedo, lejos de la voluntad popular.

La crítica del concejal no se queda en lo personal, apunta al fondo del debate: ¿Qué es lo que se discute cuando se pide coparticipar los ATN? La pregunta es legítima y profundamente política. ¿Puede una provincia construida con el espíritu solidario del federalismo peronista cerrar la puerta a los intendentes que sostienen con uñas y dientes los comedores, las cooperativas, los centros de salud barrial y las escuelas municipales? ¿No es justamente para estos momentos que el Estado nacional y provincial debe mostrar su músculo protector?

Martínez concluye con una definición clara y contundente: “No se trata de tecnicismos legales ni de economía de manual. Se trata de memoria y coherencia”. Y no le falta razón. Porque mientras algunos se olvidan rápido de dónde vienen, otros se quedan en el territorio, trabajando codo a codo con la gente. Porque los cargos pueden ser prestados, pero el compromiso con el pueblo no se negocia.

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