
La noche del lunes 2 de junio no fue una más en Río Turbio. La explanada de la Unidad Académica se convirtió en el punto de encuentro para una multitud que se congregó en memoria, en lucha y en esperanza. A diez años del primer grito colectivo que sacudió al país con fuerza transformadora, la comunidad volvió a marchar por las que ya no están, por las que siguen, por una vida libre de violencias.




